LABORATORIOS

Laboratorio Grecia

Minoicos, Micénicos, Clásicos, Helenísticos

El mar está a unos metros del Palacio Minoico de Malia, una distancia que puede recorrerse a pie entre unas dunas que van a dar a un pequeño acantilado que cae sobre el mar. Aquel mundo minoico desconocido y misterioso que se lanzó al mar en busca de metales para acabar encontrando mucho más que cobre y estaño.

 

  Subamos a un barco de la Edad del Bronce. Primera parada: la isla de Chipre. Hacia el este, la costa Sirio Palestina, punto de contacto con la Mesopotamia de los acadios, hacia el sur, Egipto, y hacia el norte las Cícladas, Grecia Continental y Anatolia…

  Y entonces, el surgimiento del estado palacial, los grandes centros que prosperan en la isla de Creta. Conozcamos Cnosos, Malia, Hagia Triada, Festos y el oriental Kato Zakro. Sus frescos, sus acróbatas que saltan por encima del lomo de los toros, sus sacerdotisas que ofrendan la flor del azafrán… y la misteriosa y atávica diosa de las serpientes.

Subimos la explanada que asciende hasta la Puerta de los Leones, atravesamos el dintel rematado por la figura de dos leones esculpidos en la piedra; ya estamos dentro de la ciudadela. Seguimos ascendiendo hacia el Megarón, el salón del trono en donde los aedos habrán cantado una y mil veces las hazañas de este mundo heroico…

     Los grandes poemas épicos griegos, "La Ilíada" y "La Odisea".  ¿Qué sociedad describen realmente estos poemas?

     El mar de los nostoi y el ideal heroico del mundo micénico con sus imponentes fortalezas de la Argólida: Micenas y Tirinto.

 

     Hablamos de héroes, pero hablemos también de Helena, princesa de la Edad del Bronce; Penélope y la imagen de la mujer en una Grecia ya patriarcal…

 

 La procesión que comienza abajo, en la ciudad, asciende por la vía panatenaica hasta la acrópolis con el fin de ofrendar el peplo, -una vestimenta tejida-, a la diosa protectora de la ciudad: Atenea. El punto álgido de la cultura clásica reflejada en esta Atenas que encarna los ideales griegos.

 

     Un mundo griego que se ha unido en el mar en contra de un enemigo común: los persas. Surge entonces la identidad griega, articulada en torno a una lengua. Surgen la filosofía y la democracia... y en el centro de todo esto una hetaira milesia: Aspasia de Mileto, esposa de Pericles, el ateniense. 

     Alejandro parte para oriente buscando los límites del mundo. El entorno del Mediterráneo ya no es suficiente para él. Olimpíade de Epiro, madre de este, será una figura trascendental en la vida del joven rey de los macedonios. Las cosas no son fáciles para una mujer de la realeza macedónica, una realeza que permite la poligamia. Los hijos de estas mujeres nobles deberán competir por llegar al trono.

 

Habrá que hacer lo que sea para situarlos como herederos. Las tumbas de Vergina en el Golfo de Tesalónica y su reflejo de la realeza macedónica en la antigua ciudad de Egas.

 

Alejandro, convencido de ser el hijo de Zeus, se lanzará al oriente con la idea de unir dos mundos: oriente y occidente.

 

         Laboratorio Grecia II. 

                       Periferia

En el año 1625 a.e.c estalla el volcán de Thera en el mar Egeo. Esta catástrofe no supondrá el final del mundo minoico, pero tendrá algunas consecuencias que transformarán el equilibrio del Mediterráneo Oriental. La erupción del volcán dejará enterrada en la ceniza el yacimiento arqueológico de Akrotiri, (actual Santorini), la “Pompeya griega” que nos retrata la vida en las islas Cícladas bajo una clara influencia minoica. 

El Imperio de los Hititas, El Imperio Nuevo Egipcio, El Impero de Mitanni, el de la Babilonia Casita y los pequeños reinos de la costa occidental de Asia Menor. Un mundo conectado que comparte una cultura material, una escritura, una diplomacia, unos códigos culturales y un modo de vida. Así lo demuestran los archivos de palacios orientales, como el que se conserva en el palacio eblaíta, el palacio de Mari, o en la ciudad del faraón Amenofis IV, conocido como el Archivo de Amarna. 

Inhalan el humo del cannabis, beben lecha de yegua fermentada, los caballos son sus compañeros inseparables, son incansables jinetes y recorren las enormes distancias de las estepas. Luchan en la guerra, se atreven en combates frente a frente, visten pantalones, se tatúan el cuerpo, controlan su sexualidad, defienden sus poblados, son expertas con el arco y la flecha, danzan y celebran sacrificios rituales y religiosos... Los persas las llamaron saces, los chinos xiongnu y en la Grecia clásica, se las llaman amazonas. 

Este inmenso imperio de los aqueménidas está constituido por aquellas tribus iranias que tiempo atrás se asentarán en la meseta de Irán. Poco a poco el “Rey de Anshan” comenzará a extender sus dominios sobre un gran territorio. Ese territorio que conformará el vasto imperio persa, que será́en realidad un mosaico de culturas que varios siglos atrás se habı́an asentado en la región. Y todos estos mundos responden ante el “Rey de Reyes” ... hasta la llegada de Alejandro Magno.